DIME Y LO OLVIDO, ENSÉÑAME Y LO RECUERDO, INVOLÚCRAME Y LO APRENDO. BEJAMIN FRANKLIN

El mendigo

Se le puede ver andando despacio de un sitio a otro con la mirada perdida, y, siempre ignorado por el resto de personas. Su aspecto deja ver sus sentimientos y preocupaciones. Lo observo y no dejo de pensar como sería su vida anterior. Se pone de rodillas en la puerta de la Iglesia y sube la mano haciendo un gesto de pedir atención y comprensión. La gente sale y entra de la Iglesia sin interesarse de que hay una persona pobre y abandonada pidiendo ayuda.               Sergio González 5ºA.

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