MI CAMPO

Está cerca del pueblo, pero a la vez parece que estás lejos de él. En los alrededores sólo hay naturaleza. En la parte trasera hay una puerta muy grande y a la izquierda hay un viñedo, pero nos separa un gran muro de piedra rojiza. A la derecha hay unas enredaderas que separan mi campo con el vecino. Delante tenemos árboles frutales y el huerto, un pequeño huerto donde me gusta ayudar a mi padre a sembrar en primavera, y ver cómo crecen las hortalizas y las frutas en verano. Sobre todo me gusta coger la fruta lavarla y comérmela. En el centro del huerto hay una estatua de la diosa Diana, donde mis primos, mi hermano y yo decidimos hacer una fuente. Tuvimos que cavar en la tierra para hacer un gran agujero. Fue un trabajo muy duro, pero lo conseguimos.

Se está tranquilo, es muy agradable y precioso. Es el lugar de reunión familiar. Se está muy fresco en verano y muy calentito en invierno. El año pasado en invierno, mi padre decidió hacer matanza con las dos cerdas que teníamos. Eran muy grandes y corpulentas, sobre todo una de ellas. En la matanza lo pasamos genial. Toda la familia nos reunimos para ayudar en lo que podía cada uno. Como fue la primera vez que veía una matanza; me sorprendió ver todo lo que se aprovecha de la cerda. Fue un fin de semana inolvidable.

Es muy especial porque allí aprendí a andar, a nadar, y a montar en bicicleta. También a hacer “experimentos” de barro y agua con mis primos para los gatos. Sólo se escucha el trinar de los pájaros y el canto del gallo que acompaña a las gallinas de mi madre. Pero lo que más me gusta es que puedo salir a jugar cada vez que quiero.

Pronto llegará la Navidad, haremos el portal y adornaremos el árbol. Y el campo se llenará de luces y olores agradables, risas y cantos de villancicos porque como todos los años la familia se reunirá de nuevo.

PABLO ENRIQUE ROSADO 5º A