DIME Y LO OLVIDO, ENSÉÑAME Y LO RECUERDO, INVOLÚCRAME Y LO APRENDO. BEJAMIN FRANKLIN

IMITAMOS A ANTONIO MACHADO


De la ciudad moruna
tras las murallas viejas,
yo contemplo la tarde silenciosa,
a solas con mi sombra y con mi pena.

El río va corriendo,
entre sombrías huertas
y grises olivares,
por los alegres campos de Baeza

Tienen las vides pámpanos dorados
sobre las rojas cepas.
Guadalquivir, como un alfanje roto
y disperso, reluce y espejea.

Lejos, los montes duermen
envueltos en la niebla,
niebla de otoño, maternal; descansan
las rudas moles de su ser de piedra
en esta tibia tarde de noviembre,
tarde piadosa, cárdena y violeta.


El viento ha sacudido
los mustios olmos de la carretera,
levantando en rosados torbellinos
el polvo de la tierra.
La luna está subiendo
amoratada, jadeante y llena.

Los caminitos blancos
se cruzan y se alejan,
buscando los dispersos caseríos                            
del valle y de la sierra.
Caminos de los campos...
¡Ay, ya, no puedo caminar con ella!
ANTONIO MACHADO

    Los niños van corriendo 
entre sombrías calles
de grises edificios ,
por los alegres parques de Almendralejo.

Tienen las fuentes
chorros de reluciente y cristalina agua
que sale y cae .

Las carreteras negras
se cruzan y se alejan,
en busca de un restaurante
con ricas almejas. 

Camino de un buffet...
!Ay. que hambre, no puedo caminar con ella!
JAVIER PARRA

El Arroyo va corriendo
entre sombrías huertas y verdes olivares
por los alegres campos de Almendralejo.

Tienen las vides pámpanos dorados
sobre las lindas cepas.
Harnina , como serpiente enrollada
y dispersa , reluce y espejea.

Los caminitos largos,
se cruzan y se alejan ,
buscando las buenas tierras de avena.                       
Caminitos de los campos…
¡Ay , ya , no puedo caminar en ellos!
Pablo Amaya Díaz.





  

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